lunes, 20 de enero de 2014

El universo supraluminoso.

El universo que percibimos es el material generado por nuestros sentidos. Hay, sin embargo, un universo energético que es armonioso, que implica aspectos como los sentimientos, la imaginación, la creatividad, los recuerdos, la fe y las creencias. El universo material no es armonioso y tiende a ser enérgico, y dejar de existir como materia.

La existencia del universo de energía es cuestionada por dichas personas materialistas, es decir , que creen que sólo existe lo que se percibe por los sentidos. Esta forma de pensar se consideraba racional y científica, hasta cuando la ciencia comenzó a reconocer la existencia de algo más allá de lo que es percibido por nuestros sentidos.

La brecha que se abrió en el pensamiento científico se ha establecido desde el momento en que el físico llegó a creer en la existencia de ciertas partículas que, mediante cálculo matemático, era necesario para justificar la existencia de algo percibido por nuestros sentidos. Esto ocurrió tan a menudo que los físicos han llegado a depender de las deducciones de sus cálculos, ya que incluso con el avance de los métodos de lprospección de la realidad, se planificaron muchas cosas probadas, lo que autoriza que se utilice esta función para ir más allá de lo que podría ser reconocido de forma objetiva.

Pero no sólo en la exploración de nuevas cosas que es útil la deducción matemática. También ciertas verdades científicas fueron interrogados a partir de observaciones objetivas que contradecían. Por ejemplo, la cuestión de ser la velocidad de la luz el límite posible de velocidad es clásica, en ese sentido.

Hay un experimento físico por el cual se identifica que cuando se observa una partícula y ella empieza a girar en el sentido horario, otra partícula instantáneamente gira al revés. Cuando las dos partículas están cercas, es fácil admitir que una ha pasado el mensaje a otra, ya sea por un sistema de campo magnético o algo similar. La inmediatez de la respuesta de la otra está racionalmente aceptada. Pero cuando están las dos partículas como que a una distancia de Tokio a Miami, y se obtiene la misma respuesta inmediata, hay que admitir que la tasa de respuesta ha sido superior a la velocidad de la luz .

Pues bien, los físicos pensaban si una partícula puede comportarse así, ¿por qué la gente va a dudar de la posibilidad de que alguien que está experimentando una escena que se está desplegando a miles de kilómetros de distancia? O, ¿por qué negar la posibilidad de un gemelo univitelino sentir un dolor generado en el hermano, también, a miles de kilómetros de distancia?

Los físicos estaban reconociendo gradualmente los aspectos místicos de los fenómenos que la ciencia estaba demostrando. Esto sin duda fue uno de los grandes logros del hombre en su afán por saber quién es, de dónde viene y a dónde va.

Hoy en día , la ciencia ahora reconoce la existencia de un universo supraluminoso, es decir, donde la velocidad es infinita, al superar la barrera de la velocidad de la luz, que es inherente al universo material que percibimos con nuestros sentidos..

Si usted está particularmente interesado en este aspecto, sugiero la lectura del libro “]L ' Homme superiumineux " , P. Régis Dutheil y Brigitte Aventure . Este texto trata con rara felicidad de la cuestión de universo supraluminoso.

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