jueves, 2 de enero de 2014

Los homicidios cometidos por corruptos

Los fondos recaudados por la comunidad para cubrir los gastos de salud y seguridad, al ser desviadas de estos fines, pueden causar pérdida de vidas humanas. Por lo tanto, la desviación o apropiación indebida de estos recursos, generan el delito de asesinatos, al parecer, no intencionados, pero predecibles. No hay ninguna justificación aceptable para caracterizar erróneamente este crimen.

De hecho, muchos asesinatos son mitigados, otros implican riesgos, pero éstos se practican con frialdad, por personas que han sido contratados por la comunidad para llevar a cabo una actividad de responsabilidad y, por lo tanto, mejor pagados.

Es necesario establecer y mejorar la relación de causa y efecto entre la corrupción y sus terribles consecuencias. La muerte de una persona por la deficiencia del servicio, determinado mediante la desviación de recursos para la salud, es un asesinato. La muerte en un accidente de coche debido a una carretera con defecto de conservación, causado por un mal uso del recurso para esto, es asesinato. El asesinato cometido por un preso que fue liberado de forma incorrecta, debido a la corrupción del sistema legal, es un asesinato cometido por los corruptos.

No adelanta el uso de la etiqueta “crimen horrendo”, puesto que la corrupción de la justicia elitista diferencia el delito cometido por los pobres del crimen cometido por los privilegiados. La pena ridícula dada, eventualmente, a los corruptos no es algo divertido por ser repugnante.

Sólo sirve de consuelo la seguridad que uno tiene de que la muerte de un corrupto da por concluido el problema, debido a que su asalto a la armonía social no tiene continuidad y su individualidad desaparece.

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